—HISTORIAS Y SUCESOS—
LLEGADA A LA LUNA
Se dice que Neil Armstrong es una de las pocas personas del siglo XX que
todavía será recordada en el siglo XXX.
Pero antes de que el astronauta estadounidense pisara la Luna y diera
"un gran paso para la humanidad" el 20 de julio de 1969, la misión
Apolo 11 estuvo a punto de fracasar.
"Un mes antes del despegue del Apolo 11 decidimos que teníamos la
confianza suficiente para intentar descender en la superficie", contó
Armstrong en mayo de 2012, tres meses antes de morir.
"Creía que teníamos 90% de posibilidades de volver sanos a la
Tierra, pero solo 50% de aterrizar en un primer intento. Había muchas cosas
desconocidas en ese descenso de la órbita a la superficie lunar que no se
habían demostrado todavía", recordó entonces.
Pero a medida que Armstrong y Edwin "Buzz" Aldrin comenzaron a
recorrer los 15 kilómetros para el descenso a la Luna, las posibilidades de no
lograrlo empezaron a crecer.
Los audios del
centro de control de la misión de la NASA son una prueba de cómo la
tensión atravesaba cada palabra y, sobre todo, cada silencio.
Como dijo
Armstrong en otra entrevista, los 13 minutos previos a tocar la superficie
lunar fueron un "desenfreno de incógnitas".
Sin miedo
Si bien unas
400.000 personas estuvieron involucradas en el Proyecto Apolo de la NASA, solo
un reducido equipo de entre 20 y 30 personas estaban en el centro de control en
el momento histórico.
Uno de los
datos más sorprendentes de ese selecto equipo es que la edad promedio de
los controladores de vuelo era 27 años.
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los jóvenes científicos que llevaron el Apolo 11 a la Luna
"Si bien
puede parecer extraño que una responsabilidad tan grande fuese volcada sobre un
grupo de empleados nuevos que aún no habían salido de la universidad, su
juventud fue mayormente considerada como un activo importante", explica
Kevin Fong, presentador del podcast "13 minutos a la
Luna" de la BBC.
"No es que
no entendieran los riesgos", explicó el director de vuelo de Apolo, Gerry
Griffin, a Fong. "Simplemente no tenían miedo".
Esa audacia y
compromiso con la misión terminarían siendo cruciales para el éxito del Apolo
11.
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envió una persona a la Luna en los últimos 46 años?
Como dijo ese
día Gene Kranz, director de vuelo de la misión, a su equipo en el centro de
control en Houston, Texas: "Estaremos aquí hasta que hayamos o bien
alunizado, o bien abortado la misión, o la nave se haya estrellado".
Incomunicados
Mientras la
adrenalina crecía en la Tierra, a unos 400.000 kilómetros de distancia, el
clima era relajado.
El módulo lunar
o "Águila" con Armstrong y Aldrin a bordo ya se había desacoplado del
módulo de comando o "Columbia", piloteado por Michael Collins y que
se mantuvo girando alrededor de la Luna.
Durante la preparación para el descenso final, Armstrong incluso bromeó con que había un cierto ruido en sus auriculares que parecía "viento soplando entre los árboles".
FUENTE DE LA IMAGEN,NASA
Los audios del
centro de control son una prueba de cómo la tensión atravesó cada palabra y
cada silencio.
Pero en cuanto
Aldrin dio la orden de activar P-63, el programa que controlaría los momentos
exactos en los cuales los motores se encenderían y por cuánto tiempo, los
problemas empezaron.
Kranz contó
sobre ese momento: "Las comunicaciones con la nave espacial son
absolutamente horribles: nosotros no nos podemos comunicar con ellos, ellos no
se pueden comunicar con nosotros".
El problema
estaba en la llamada antena de alta ganancia, el enlace de radio que permitía
al centro de control hablar con Armstrong y Aldrin, así como recibir datos de
los sistemas del módulo lunar.
Y sin esa
telemetría no podían aterrizar en la Luna.
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pestilente) olor de la Luna (según los astronautas que la pisaron)
El equipo de
telecomunicaciones entonces decidió cambiar la orientación de Águila para así
mejorar la señal de la antena con la Tierra.
Mientras tanto,
los controladores debían transmitirle toda la información a Collins, quien a su
vez se lo comunicaba a Armstrong y Aldrin.
A pesar del
caos y la información fragmentada, los astronautas recibieron la orden de
encender el motor y comenzar el estrepitoso descenso hacia la superficie
lunar.
FUENTE DE LA IMAGEN,NASA
El guía de
vuelo Steve Bales era uno de los jóvenes sentados en el centro de control de la
misión Apolo 11 durante el momento histórico.
Demasiado rápido
Los problemas
de comunicación se resolvieron, pero para el guía de vuelo, Steve Bales, los
contratiempos recién empezaban.
"Estoy
viendo mi monitor y estoy en grandes problemas, porque el vehículo está
viajando hacia la Luna 20 pies por segundo (6 metros por segundo) más rápido de
lo que debería", contó Bales recordando ese momento.
"Oh, por
dios", pensó, "si crece otros 15 pies por segundo (4,5 m/s) tengo que
abortar" la misión.
Es que llegar a
los 35 pies por segundo (10,5 m/s) era indicador de que algo muy grave estaba
pasando, probablemente con la computadora del módulo lunar.
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11 que continúa después de medio siglo (y otros legados científicos de la
llegada del hombre a la Luna)
Además, corrían
riesgo de pasarse del área de aterrizaje establecida.
Armstrong
también se dio cuenta de que estaban yendo demasiado rápido.
Como explica
Fong en el podcast, desde que la superficie lunar apareció en su
ventana, el comandante había estado cronometrando "la aparición de puntos
de referencia, cráteres y montañas", y comparando "con una lista de
verificación que había preparado antes del lanzamiento".
FUENTE DE LA IMAGEN,SSPL/GETTY IMAGES
Un retrato de
la superficie lunar y, de fondo, la Tierra, tomada hace medio siglo.
Bales
finalmente dijo: "Lo vamos a lograr... creo".
La frase no
suena muy reconfortante, pero no hubo tiempo para pensar más al respecto
porque, en cuanto la velocidad se mantuvo dentro del límite de seguridad, otro
problema apareció.
Código 1202
Para aterrizar
en la Luna, la tripulación dependía casi por completo de la computadora a
bordo.
Lo que entonces
era el dispositivo más complejo y sofisticado a bordo de la nave espacial, tenía
la capacidad de procesamiento y memoria de una calculadora de bolsillo.
De hecho, la
pantalla y teclado de la computadora se asemejaban a una calculadora gigante.
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Luna
No obstante,
"si se consideran las interconexiones, confiabilidad, resistencia y
documentación, la computadora de guía Apolo es al menos tan impresionante
como la PC en tu escritorio", escribió el profesor en aeronáutica y
astronáutica del MIT David A. Mindell en el libro "Apolo digital".
"El
software Apolo -agregó- es también un intrincado ballet producto del trabajo e
ideas de muchas personas".
FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES
Tras el
dramático descenso, Armstrong y Aldrin pasaron 21 horas y 36 minutes en la
superficie lunar.
En los hechos,
esa rudimentaria pantalla solo podía mostrar una serie de números para arrojar
información y ayudar a identificar problemas.
Cuando faltaban
apenas 5 minutos para el alunizaje, un código apareció en la pantalla:
"1202", o como lo leyó entonces Armstrong, "doce-cero-dos".
Fong, quien
entrevistó a decenas de personas para el podcast, dice que todos
coincidieron en que fue la primera y única vez en que el astronauta
mostró estar urgido.
"En el
control de la misión, nadie entendió lo que estaba sucediendo. ¿Estaba la
computadora a punto de fallar? ¿Tendrían que abortar el aterrizaje? ¿Estaban en
peligro las vidas de Armstrong y Aldrin?", narra Fong.
Bales consulta
al equipo de apoyo sobre la extraña alarma que no sonó una sino cinco veces
durante el descenso del Águila.
Tras unos
eternos 15 segundos, finalmente la respuesta llegó: el código 1202 quería
decir que la computadora estaba sobrecargada de tareas.
FUENTE DE LA IMAGEN,NASA
Neil Armstrong
mantuvo la calma incluso en las situaciones más estresantes.
Pero, como no
era una computadora cualquiera, tampoco se colgó como lo haría una PC
cualquiera.
La máquina
había sido programada de tal forma que, en caso de estar sobrecargada, pasaba
a priorizar las tareas críticas para la misión, como mantener al módulo
volando a la velocidad y en la dirección correctas.
"Esta fue
una característica de seguridad brillante diseñada por programadores del
MIT", dice Fong, quien explica que parte del equipo en la Tierra pasó a
ocuparse de las tareas que la computadora ya no podía procesar.
"Esta
capacidad de compartir una tarea compleja entre personas y máquinas", afirma,
"es emblemática de cómo la NASA operó durante el Proyecto Apolo y una
razón clave de su éxito".
Rocas y combustible
Pero antes de
aterrizar, todavía faltarían otros dos grandes problemas. El primero fue el
lugar.
La computadora
estaba guiando automáticamente al Águila a la zona de alunizaje, cuando
Armstrong logró verla por la ventana: "Área bastante rocosa", dijo.
FUENTE DE LA IMAGEN,NASA
El Apolo 11
partió rumbo a la Luna el 16 de julio de 1969.
La nave se
estaba dirigiendo al Mar de la Tranquilidad, el punto elegido, pero sobre el
cráter oeste, un agujero gigante de unos 30 metros de diámetro con rocas del
tamaño de autos.
"No
era para nada un buen lugar", recordó Armstrong en 2012.
"Tomé el control manual y lo volé como un helicóptero en dirección
oeste".
Su decisión
tuvo una consecuencia inesperada: la nave comenzó a quemar combustible
mucho más rápido de lo esperado.
"Saber
cuánto combustible quedaba en los tanques del Águila estaba lejos de ser
sencillo", cuenta Fong. "La cantidad de combustible consumido
cambiaba segundo a segundo a medida que Armstrong aumentaba y disminuía el
empuje del motor".
Entonces desde
control de misión, el controlador de vuelo Bob Carlton informó que restaban
"120 segundos" de combustible. Luego, "60 segundos".
"Y aún no
estamos ni cerca de la superficie", recordó Kranz.
FUENTE DE LA IMAGEN,NASA
El módulo lunar
aterrizó en el Mar de Tranquilidad el 20 de julio de 1969 a las 20:17:39 UT.
"Durante
todo el tiempo, Aldrin está haciendo su trabajo, que es estar calmado, ser
claro, leer los números, ayudar a su comandante a saber que están en buena
forma", dijo Paul Fjeld, historiador del Programa Apolo, a Fong.
"Sé, por
haber hablado con él después, que lo que está pensando es: '¡Vamos, aterriza!
¡Aterriza! ¡Aterriza!'", agregó.
Entonces, entre
medio de los números que va leyendo, Aldrin afirmó: "Estamos levantando un
poco de polvo".
Armstrong se
había quedado ya sin visibilidad por el polvo, cuando desde el control se
escuchó un nuevo ultimátum por el combustible: "30 segundos".
Pasaron otros
12 segundos. "Luz de contacto", dijo Aldrin, refiriéndose a la luz
azul en el tablero que indicaba que estaban a un metro de la superficie lunar y
debían apagar el motor.
"Fueron 10
eternidades", contó luego Carlton. "Estuvimos a 18 segundos de abortar.
Tuvimos suerte de lograrlo".
El módulo lunar
aterrizó en el Mar de la Tranquilidad el 20 de julio de 1969 a las 20:17:39 UT.
Armstrong
entonces dijo: "Houston, aquí base Tranquilidad: el Águila ha
aterrizado".
El resto es
historia.
Video
Actividad
En el siguiente link vas a encontrar el cuestionario sobre el tema: Llegada a luna Actividad sopa de letras
Referencias
Título del artículo: Los dramáticos 13 minutos previos al aterrizaje del
Apolo 11, cuando toda la misión estuvo a punto de fracasar - BBC News Mundo
Título de la página: BBC World News
URL: https://www.bbc.com/mundo/noticias-48882605#skip-youtube-content-1